|
Dentro de las labores de seguimiento de las tareas de producción de Plátano de Canarias, el Comité Técnico de ASPROCAN abordó el caso del cultivar Ricasa®, que se caracteriza por producir plátanos de grandes dimensiones que no presentan las características propias de Plátano de Canarias IGP en cuanto a tamaño y forma. Esta dimensión presenta varios problemas de postcosecha, que comienzan desde la recolección.
Este cultivar alcanza un elevado peso por piña, lo que supone un problema a nivel de seguridad laboral.
Los racimos de esta variedad presentan manos extremadamente grandes y pesadas, por lo que su manipulación por parte de los operarios se complica, siendo más frecuente la aparición de golpes durante el manipulado.
Las dimensiones de las manos complican mucho el proceso de empaquetado, debiendo en ocasiones desechar manos completas por la imposibilidad de empaquetarla por su forma. La fruta que si es empaquetada presenta frecuentemente problemas de empaque alto por la configuración y dimensiones de las manos.
La diferenciación del Plátano de Canarias con respecto a las bananas de otros orígenes es el principal argumento de elección del consumidor (menor tamaño, mejor sabor…). Sin embargo, la diferenciación en el punto de venta de una banana con respecto a un plátano de cultivar Ricasa® es casi imposible por sus dimensiones y forma.
De cara a su venta al consumidor presentan problemas por su tamaño y peso ya que un plátano supera la ración habitual por persona y por conservción nadie se plantea consumir una fracción de un plátano. Aparejado a esto, el hecho de que 1 kilogramo de plátano esté compuesto prácticamente por 2 unidades supone un freno a la venta para el consumo en fresco.
Una vez considerados todos estos argumentos, el Comité Ejecutivo de ASPROCAN acordó solicitar el cese de la producción del cultivar Ricasa®.
|
